En un mundo acelerado, este supermercado triunfa implementando “cajas lentas”

Esta cadena holandesa tuvo una iniciativa que resultó ser un éxito y ofrece al shopper justo lo que necesita.

 

 En el  2019, la cadena holandesa Jumbo lanzó las cajas lentas, bajo una iniciativa conocida como "kletskassas" (algo así como "cajas parlanchinas" en castellano), y cuatro años después continúa expandiendo su implementación alcanzando 200 tiendas con este sistema slow para ofrecer a los clientes la oportunidad de alargar su estancia en la tienda charlar con el personal o con otros compradores, y recuperar así el componente social de algo tan cotidiano como hacer la compra.

 

En medio de la acelerada tendencia a la automatización y el autoservicio es sorprendente ver su acogida como una terapia para aliviar el sentimiento de abandono que afecta a un número creciente de ciudadanos. En los Países Bajos, más de 1,3 millones de la población total, es decir, la mitad de los mayores de 75 años, declaran sentirse solos y aburridos.

 


 

En tan solo tres años, el sistema de "kletskassas" ha pasado de operar en un supermercado a hacerlo en 200 establecimientos de Jumbo. La cadena tiene planes de implementarlo en más lugares de los Países Bajos y está considerando propuestas para extenderlo fuera del país.

 

"Las máquinas y las prisas han generado una necesidad de calor humano a la que esperamos poder contribuir", señaló Colette Cloosterman-van Gerd, consejera delegada de Jumbo y promotora de las cajas para charlar. El personal de las "kletskassas" se encarga de entablar conversaciones o simplemente escuchar a quienes optan por esta opción. 

 

 

"Ayudarles a empacar sus compras, conversar con ellos o empatizar con sus problemas son pequeños gestos que no cuestan nada, pero demuestran a estos clientes que ellos también son importantes", concluye Cloosterman-van Gerd, quien aboga por recuperar la "conexión humana" en las tiendas.

 

Jumbo, que forma parte del programa estatal "Eén Tegen Eenzaamheid" ("Uno contra la soledad"), ha complementado la presencia de las "cajas parlanchinas" con áreas de conversación dentro de algunos de sus supermercados. Allí, los clientes pueden hacer una pausa en sus compras para socializar entre ellos mientras disfrutan de un café cortesía de la casa.

 

 

En un mundo cada vez más automatizado y apresurado, la propuesta de las "cajas lentas" de Jumbo resuena con aquellos que buscan reconectar con la calidez humana. La cadena ha encontrado una fórmula exitosa.




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