
El proceso de venta de Carrefour Argentina entra en una etapa crítica. Aunque esta semana vence el plazo fijado para que los tres candidatos presenten sus ofertas formales, la operación —que el grupo francés esperaba resolver con mayor fluidez— enfrenta demoras y un nuevo obstáculo regulatorio que podría extender los tiempos más allá de lo previsto.
Una traba inesperada: el rol del Banco Central
La negociación se vio entorpecida por un punto clave: el Banco de Servicios Financieros (BSF), la entidad vinculada a Carrefour que también integra el paquete de activos en venta. El BCRA aún no habría dado luz verde para el cambio de accionistas, un paso indispensable para avanzar con la transacción.
Si bien se estima que la aprobación llegará por los canales habituales, cualquier dilación complica los plazos de un proceso que ya se había vuelto más complejo de lo imaginado por la casa matriz.
Las ofertas: montos más bajos de lo esperado
Aun así, los tres interesados —Francisco De Narváez, Alfredo Coto y el fondo estadounidense Klaff Realty— deben presentar sus ofertas ante Deutsche Bank antes del 18 de noviembre.
En el mercado se estima que los montos oscilarán entre US$ 800 millones y US$ 1.000 millones, bastante por debajo de los US$ 2.000 millones que Carrefour aspiraba obtener cuando anunció su intención de desprenderse de la operación durante julio, como parte de su reorientación global hacia mercados considerados estratégicos.
El plan, impulsado por Alexandre Bompard, busca focalizar inversiones en Francia, España y Brasil, dejando atrás filiales que requieren altos niveles de capitalización y operan en contextos macroeconómicos complejos, como el argentino.
El candidato que pisa más fuerte: Francisco De Narváez
Dentro del sector, la percepción dominante es que De Narváez lidera la carrera. La adquisición de Carrefour lo convertiría en un actor de un tamaño sin precedentes en el retail argentino, pasando a operar cerca de 800 tiendas, sumar más de 39.000 empleados y alcanzar un 29% del mercado estimado, combinando Changomás y Carrefour.
Hoy, Carrefour cuenta con una red de aproximadamente 700 sucursales entre hipermercados, supermercados, mayoristas y formatos Express. De Narváez, en tanto, opera 92 tiendas con fuerte presencia en Buenos Aires y presencia creciente en provincias clave.
La eventual integración no generaría —según analistas del sector— incompatibilidades regulatorias que frenen la operación, aunque la autoridad de competencia tendría participación activa para evaluar condiciones.
Las desinversiones en Uruguay: una jugada clave para financiar la operación
En paralelo, el empresario avanza en la venta de activos en Uruguay para robustecer su posición financiera.
Entre ellos:
- Grupo Ta-Ta, una de las mayores cadenas del país
- San Roque, referente en perfumería y farmacia
- BAS, su marca de indumentaria con más de 30 locales
La carta de intención firmada con el conglomerado paraguayo Vierci acerca aún más el cierre de estas operaciones. No obstante, incluso si estas ventas no se concretaran en el corto plazo, De Narváez habría asegurado líneas de financiamiento con bancos internacionales para respaldar el monto ofrecido por Carrefour.
A su favor también cuenta el respaldo del sindicato de Comercio, un actor con influencia en la estabilidad operativa y laboral de cualquier eventual transición.
El factor IRSA: una alianza estratégica con impacto inmobiliario
De Narváez incorporó a IRSA como socio en su propuesta, lo que agrega un componente relevante: el valor inmobiliario detrás de las tiendas y terrenos de Carrefour.
El grupo liderado por Eduardo Elsztain ya opera varios supermercados dentro de sus centros comerciales y ve oportunidades en ampliar proyectos de real estate sobre activos que podrían desprenderse en etapas posteriores.
Ambas compañías ya han realizado operaciones conjuntas, como la compra del predio lindero al shopping Alto Avellaneda.
Coto, el competidor histórico que no se baja de la pelea
Aunque el mercado considera a De Narváez como favorito, Coto continúa firme, apoyado en un equipo especializado en finanzas, real estate, auditoría y asesoría legal —incluyendo Deloitte, UBS y estudios con experiencia en grupos franceses.
La adquisición implicaría para Coto alcanzar cerca del 42% de participación y superar las 800 tiendas, por lo que el análisis regulatorio tendría más peso que en el caso de De Narváez. Su presencia nacional, especialmente en el interior, fortalece su posición, pero también aumenta la sensibilidad hacia una eventual concentración excesiva.
Klaff Realty, el jugador extranjero que sigue en carrera
El fondo Klaff Realty, propietario de la cadena Tienda Inglesa en Uruguay, completa el trío de candidatos. Con experiencia en retail y capacidad financiera, representa la opción con menor resistencia regulatoria local, dado que no opera actualmente en Argentina.
Su desembarco, de suceder, implicaría una transición de marca que podría unificar las operaciones bajo el sello uruguayo.
Un proceso abierto, con más preguntas que certezas
Entre demoras regulatorias, desinversiones regionales, negociaciones inmobiliarias y un mercado que observa cada movimiento, la definición sobre el futuro de Carrefour Argentina atraviesa una semana crucial.
Lo cierto es que quien resulte ganador no solo se quedará con uno de los activos más relevantes del retail argentino, sino que también deberá liderar una de las integraciones operativas más complejas y estratégicas de los últimos años.