Suecia se ha convertido en el primer país en abrir un minimercado que permanece abierto las 24 horas sin empleados ni cajeros, una propuesta pensada por Robert Ilijason –un experto en tecnología informática-, a quien se le ocurrió esta idea después de una noche en la que no encontró un supermercado abierto y tras hacer horas de cola para pagar por sus productos.
La tienda –de 45 metros cuadrados de superficie de venta- se encuentra en la pequeña localidad de Viken, en el sur del país escandinavo, y sólo requiere que el cliente se baje una aplicación a su celular y escanee cada producto que desee comprar. Luego, el cobro se emite a través de una factura mensual.
La tienda ofrece productos de necesidad diaria, como lácteos, panadería, enlatados, pañales, etc. Por miedo a posibles robos, no vende ni bebidas alcohólicas ni cigarrillos, además de contar con varias cámaras de seguridad.
“Mi ambición es extender esta idea a otros pueblos y pequeñas ciudades”, dice Ilijason –de 39 años-, quien prevé expandir este concepto a zonas rurales, donde un cliente debe viajar kilómetros para encontrar un supermercado.
A pesar de que aún es un desafío que las personas mayores se acostumbren a utilizar sus celulares para hacer las compras, el comercio móvil ya está instalado en un país de avanzada tecnología y cultura informática. Es por eso que el creador de este nuevo concepto estaría pensando en contratar a alguien para que únicamente ayude a los clientes a descargar la aplicación necesaria o escanear los ítems.
Otro de los beneficios de esta tienda, además de que está abierta las 24 horas del día, es que el cliente ahorra mucho tiempo en hacer filas para pagar y embolsar los productos. Con este modelo, sólo escanea los ítems y se retira del local, una experiencia rápida y conveniente.
Según el periódico Business Insider, este modelo ya se había implementado en una cafetería ubicada el estado de Dakota del Norte, en los Estados Unidos, donde la única diferencia es que el cliente paga con tarjeta de crédito a través de una máquina y sin necesidad de contar con un cajero.