
En un contexto donde el costo de la energía y el impacto ambiental son temas prioritarios, las cadenas de supermercados en México están dando pasos importantes hacia una operación más eficiente y sustentable. La refrigeración, históricamente uno de los mayores consumidores de energía en el sector retail, se ha convertido en un foco de innovación para compañías como Soriana y Chedraui, que ya han logrado reducir hasta un 25% el consumo energético en tiendas seleccionadas mediante la adopción de sistemas de refrigeración con CO2.
Esta transformación fue uno de los temas destacados en el reciente Simposio de Eficiencia Energética (SEE) organizado por ANTAD, donde se discutió cómo el retail mexicano está incorporando soluciones tecnológicas avanzadas para hacer frente a los desafíos operativos, financieros y medioambientales.
Lo que antes era visto como una cuestión de reducción de costos, hoy es parte central de una estrategia que también busca mejorar la sostenibilidad, optimizar el mantenimiento de equipos y garantizar una mejor experiencia para clientes y empleados. Entre los beneficios directos se destacan la reducción de mermas gracias a una mejor conservación de productos perecederos, la mejora del confort térmico en los salones de venta y la extensión de la vida útil de los equipos mediante mantenimiento predictivo.
Estos cambios también permiten a las cadenas anticiparse a fallas operativas y ajustar en tiempo real variables como la temperatura, mediante sistemas de monitoreo y control centralizados potenciados por inteligencia artificial. Estas soluciones no solo detectan anomalías, sino que también ofrecen recomendaciones automáticas para mejorar la eficiencia energética en función de horarios de demanda o tarifas eléctricas.
El modelo operativo está migrando hacia una gestión holística en la que convergen las áreas de mantenimiento, operaciones y sostenibilidad. La automatización y la capacidad de respuesta inmediata que ofrecen los sistemas inteligentes permiten una toma de decisiones basada en datos, generando valor económico y ambiental.
El impacto de estas acciones es tangible: reducción de costos operativos, disminución de emisiones de carbono, mejora en la experiencia de compra y aumento de la competitividad. De hecho, especialistas del sector anticipan que, en menos de tres años, los sistemas de monitoreo y control serán la norma en el retail mexicano.
El avance del retail mexicano hacia una operación más eficiente energéticamente está lejos de ser una tendencia pasajera. Con metas claras y una visión estratégica, las cadenas están invirtiendo en tecnología y capacitación de equipos para convertir la eficiencia en una ventaja competitiva.
En palabras de los expertos, el desafío no solo es contar con los sistemas adecuados, sino también operarlos correctamente, integrarlos con otras áreas del negocio y hacer de la eficiencia energética una práctica cotidiana. La meta es clara: construir un modelo de retail más inteligente, rentable y responsable con el entorno.