Después de 26 años al frente de Mercado Libre, Marcos Galperín, uno de los emprendedores más emblemáticos de América Latina, anunció que dejará su rol como CEO para asumir como Executive Chairman. A partir del 1 de enero de 2026, el liderazgo de la empresa pasará a Ariel Szarfsztejn, actual President of Commerce y ejecutivo clave en la evolución del negocio.
“Lo mejor está llegando”, escribió Galperín en X (antes Twitter), destacando que el mayor desafío ahora es lograr una transición exitosa que permita a Mercado Libre trascender no solo a su fundador, sino también a su generación.
¿Quién es Ariel Szarfsztejn, el nuevo líder?
Szarfsztejn no es un desconocido dentro de MELI: lleva 8 años en la compañía, donde ha liderado áreas clave y actualmente estaba al frente de las operaciones de comercio. Su ascenso representa un paso firme en la profesionalización de la estructura, alineado con los estándares de las grandes tecnológicas globales que buscan mantener su dinamismo, incluso cuando el fundador se corre del día a día.
Un cambio generacional clave para Mercado Libre
Este relevo no es solo un cambio de nombres: es un movimiento estratégico para garantizar la continuidad y expansión de Mercado Libre en una etapa donde el ecosistema digital latinoamericano enfrenta nuevos desafíos. La maduración de los mercados, la competencia creciente (con Amazon pisando fuerte en la región) y las demandas de innovación constante exigen estructuras de liderazgo capaces de sostener el ritmo.
Galperín seguirá vinculado como Executive Chairman, un rol desde el cual aportará visión y acompañamiento, pero dejará espacio para que la nueva generación tome las riendas operativas.
La apuesta por una empresa que trascienda al fundador
La transición de fundadores a nuevos líderes es uno de los momentos más delicados para cualquier empresa tecnológica. El propio Galperín lo reconoció: se trata de “uno de los desafíos más importantes de la compañía”. Mercado Libre no solo busca consolidarse como la empresa de e-commerce y fintech líder de la región, sino también construir una organización que sobreviva más allá de las personas que la crearon.
Este anuncio marca el inicio de una nueva etapa para MELI, en la que la pregunta central será: ¿puede mantener su ADN innovador y su velocidad de ejecución sin el timón directo de su fundador?
Todo indica que Galperín cree que sí. Y, como él mismo dice, lo mejor todavía está por llegar.